En el cristianismo, los sacramentos del bautismo y de la Santa Cena o Eucaristía (acción de gracias), son los símbolos más profundos e importantes de la fe en un dios que se hizo carne humana, murió en sacrificio por la maldad del ser humano, y volvió a vivir. En el lenguaje teológico, estos eventos se llaman: Encarnación, Crucifixión y Resurrección. En el Catolicismo Romano oficial, la Eucaristía es un sacrificio, el pan y el vino se transforman al verdadero cuerpo y la verdadera sangre de Jesucristo, quien en el acto de la misa, se sacrifica otra vez para restaurar el vínculo roto entre Dios y el ser humano.
En las varias iglesias evangélicas, la doctrina de los sacramentos varía según el orígen histórico de la doctrina. Sin embargo, la gran mayoría de iglesias evangélicas alrededor del mundo no entienden la Eucaristía como sacrificio, sino como presencia del actor divino (siguiendo a Lutero y a Calvino) o como memoria del acto cumplido ya en la historia (siguiendo las ideas de Zuinglio).
En esta foto, se está celebrando la Santa Cena en una iglesia pentecostal del gran Buenos Aires. El evento es significativo porque los dos diáconos (a los dos costados de la mesa) están recién ordenados al diaconado, y están administrando la Cena por primera vez. En las iglesias de ALIDD, la Santa Cena es un memorial de la última cena de Jesús antes de su Crucifixión, como está narrado en los Evangelios. Las iglesias de ALIDD conmemoran los eventos de la Semana Santa con gratitud porque Dios mismo, en Jesucristo, se había sacrificado para pagar el precio de los pecados, o la maldad, humanos y para restaurar el vínculo que esta maldad rompía. Creen que Jesús predecía su muerte en la cruz cuando distribuyó los elementes simbólicos de la Pascua Judía (el pan sin levadura y el vino) a sus primeros discípulos. Y los participantes de esta Santa Cena hoy en día recuerdan su muerte en la cruz cuando distribuyen estos elementos simbólicos.
El pastor está detrás de la mesa, repitiendo las palabras de un texto de la primera carta del apóstol Pablo a la iglesia en Corinto (en el Nuevo Testamento), y los músicos están en el fondo, sentados en el escenario de la iglesia.
Es significativo que no hay altar en las iglesias pentecostales, sino un púlpito, una mesa para la Santa Cena, más arriba y fuera del alcance de la foto hay una cruz vacía, y están los elementos de adoración: instrumentos musicales, pantalla por donde pasan las letras de las canciones para facilitar la participación de la comunidad en el culto.
Por: Mg. Kathleen Griffin